El rumbo
Ha pasado mucho tiempo... Este año estuve en varios lugares. Aún recuerdo cuando llegué a Puebla; en ese momento aún no creía en mi misma y sin embargo me fui de ahí siendo una mujer más fuerte. No te imaginas el tiempo que pasé esperando vivir un momento de satisfacción para sentir esta fortaleza; tuve que dejarme caer en esa ciudad para entender que cultivarme y apostar por mí es una elección que tengo que hacer todos los días. No hay gloria que dure, solo hay elecciones, y nuestra fuerza o debilidad es el resultado de ellas. Tomando malas decisiones dejé de confiar en mi y en mis proyectos personales, en lo que valía cada una de mis ideas y motivaciones. Quería volver a escribir y grabar pero siempre encontraba la manera de sabotearme, porque creía que mi persona tenía que valer, tenía que ser cuantificable, comparable a otros y superior a todo lo que soy, para merecer ser escuchada. Estaba decepcionada de mí pero me ayudó mucho aventarme a hacer las cosas sin hacer c